La belleza natural es un concepto difícil de acotar en el que influyen muchos factores, entre ellos un buen cuidado de la piel. Por lo general, se habla de belleza natural cuando la persona en cuestión luce hermosa sin que aparentemente se haya sometido a ningún tratamiento ni haya recurrido a ningún producto cosmético.
Lo ideal es que, efectivamente, esa belleza surja así sin necesidad de ayudarse de nada, y eso sólo se consigue teniendo unos hábitos saludables y usando productos de calidad, preferiblemente naturales, aptos para la piel, que contengan glicerinas y sin sulfatos Pero lo cierto es que el término se suele aplicar a resultados estéticos tras una operación quirúrgica o a una sesión de maquillaje: la persona lucirá bella si nada hace pensar que ha recurrido a ello. Y lo mismo se puede aplicar al cuidado de la piel: si ésta luce hidratada, brillante y joven después de los cuidados, entonces esa rutina es todo un éxito.
Pero, ¿qué tipo de piel tengo? ¿Qué rutina debo seguir para que luzca bien? Esas son algunas preguntas a las que damos respuesta en este post, pues te explicamos cuáles son los factores a tener en cuenta y qué cuidados debes seguir.
¿Qué tipo de piel tengo? Identifícala
Cuidados para la piel seca
Una piel seca requiere, lógicamente, de una hidratación extra, no solo para compensar su sequedad sino también para evitar la pérdida de agua. Algunas de las siguientes medidas son específicas para la piel, mientras que otras son más generales, pero todas ellas válidas:
- Utilizar un jabón de baño natural, con glicerina y sin parabenos que esté recomendado para piel seca
- Aplicar cremas hidratantes, especialmente después de cada baño para reforzar las barreras de la piel y protegerse de agentes externos
- Beber mucha agua y mantenerse hidratado
- Limitar la duración y la temperatura del baño, ya que demasiada temperatura podría dañar la piel
- Limitar el uso y la temperatura de la calefacción en el hogar en invierno
- Vestir con ropa suave y evitar prendas ásperas
- En regiones secas, utilizar humidificadores de ambiente
Cuidados para la piel grasa
La piel grasa se conoce también como piel seborrea, precisamente porque genera un exceso de sebo, y eso suele propiciar la aparición de acné. Por ello, resulta importante someterla a los siguientes cuidados:
- Utilizar jabones de glicerina y cremas naturales que no añadan aceites a su composición ni sulfatos
- Limpieza estricta y rutinaria: es fundamental para retirar el exceso de sebo generado, especialmente por las mañanas tras levantarte y por la noche tras la acumulación de impurezas en al piel
- Utilizar protectores solares de solución especialmente fluida y sin aceites
- Emplear cremas hidratantes indicadas para pieles grasas, puesto que al contrario de lo que pueda parecer, la hidratación tampoco se debe descuidar en estos casos
Cuidados para la piel atópica y sensible
La piel atópica requiere de importantes cuidados, pues es la más sensible y castigada. Se manifiesta generalmente por reacciones en forma de rojeces, eccemas y erupciones. Es relativamente habitual en bebés y niños, pero también la sufren los adultos. Algunos de estos cuidados son:
- Utilizar jabones naturales, carentes de alérgenos e ingredientes sintéticos
- Utilizar cremas hidratantes para que la piel pueda ejercer de barrera protectora contra los agentes que podrían causar las reacciones alérgicas
- Evitar los cambios bruscos de temperatura
- Tomar medicamentos y aplicar cremas humectantes para aliviar la sensación de picazón, siempre con la supervisión de un especialista
Rutina diaria: cómo debemos limpiar la piel para conseguir que luzca perfecta
La rutina de cuidado en cuestión dependerá del tipo de piel, del tipo de maquillaje que suelas aplicar o del momento del día en que la realices. Pero en líneas generales, no deberían faltar los siguientes pasos, si quieres lucir una belleza natural:
- Limpiar a fondo el rostro, con productos sin parabenos y especialmente respetuosos con la piel. Por ejemplo, los de la gama Glicerina o Aloe Vera de Lida
- Tonificar. Se trata de un paso necesario para calmar la piel, equilibrar el pH, cerrar los poros y permitir una mejor asimilación de los siguientes productos a emplear
- Hidratar, con cremas indicadas para cada piel
- Proteger, principalmente de los rayos solares con lociones protectoras que cuidan la piel a la larga
- Evitar, productos que no sean beneficiosos para los cuidados e hidratación de nuestra piel.
Ventajas de tener la piel cuidada
- Retrasa los signos del envejecimiento, como pueden ser las arrugas o las manchas en la piel. Un cuidado deficiente de la piel hará que aparezcan antes, por falta de hidratación, de limpieza o de protección, por ejemplo
- Mejora la aceptación del maquillaje. Es uno de los grandes beneficios asociados a la rutina de limpieza antes detallada
- Mantiene a raya el acné, lo cual es algo muy importante en pieles grasas, como hemos visto más arriba
- Propicia una piel especialmente suave y agradable al tacto, algo que agradecerá especialmente tu pareja
- Permite prevenir ciertas afecciones relacionadas con la piel, sobre todo si se realizan las adecuadas labores de protección