Como es lógico, tendemos a cubrir más nuestra piel en invierno, con prendas largas y accesorios que nos aportan calidez en esta época de frío. Eso lleva a mucha gente a pensar que en este periodo del año no es tan necesario cuidar y proteger la piel, lo cual es un gran error: en estos meses, además de las consecuencias del estrés en la piel, las condiciones meteorológicas pueden desencadenar resultados no deseados en ella. Por tanto, es útil conocer cuáles son los efectos del frío y, sobre todo, cuál debe ser el cuidado de la piel en invierno y cómo debemos hidratarla para darle la mejor protección contra los agentes externos.
La principal consecuencia que sufre la piel en invierno se conoce como vasoconstricción, que consiste en qué los capilares se contraen por las bajas temperaturas. Eso provoca que la irrigación de la epidermis se resienta, recibiendo menos nutrientes y oxígeno. El resultado: una piel menos hidratada, más seca y apagada.
Otro efecto del frío sobre la piel es la ralentización de la renovación celular y de la producción de sebo natural, haciendo que la piel conserve más células muertas. El resultado en este caso es una mayor tirantez por falta de lubricación.
Por último, se puede mencionar otro efecto, en este caso indirecto, pues está provocado por el cambio en uno de nuestros hábitos: tendemos a realizar duchas más largas y más calientes, lo cual no es bueno para la piel porque favorece una posterior sequedad. Y lo mismo ocurre con el uso excesivo de la calefacción, que reseca el ambiente.
Cuando nuestra piel se ve afectada por el frío, debemos tener en cuenta que lo primero es hidratarla y darle los cuidados óptimos para devolverla a un estado óptimo de hidratación. Por ello, es importante la elección de productos que sean: aptos para nuestra piel, naturales, y sobre todo que contengan Glicerina.
Cuidados de la piel en invierno: 3 factores clave
Ya hemos esbozado algunos problemas que ejerce el frío en la piel, pero los recapitulamos a continuación, indicando también los cuidados necesarios para prevenirlos y contrarrestarlos.
- Falta de hidratación en la piel: la primera medida para evitar una piel seca en invierno es usar jabones naturales y ecológicos, puesto que los geles industriales tienen ingredientes sintéticos que pueden provocar esta alteración.
- Sensación de tirantez: una buena medida puede ser el uso de cremas y leches corporales que, de la misma manera que los jabones, deben ser de composición natural, sin ingredientes sintéticos.
- Aparición de manchas: pueden aparecer en las zonas expuestas al aire frío, especialmente las manos, y se conocen popularmente como sabañones. Son, en realidad, un efecto contrario a la mencionada vasoconstricción, pues se trata de una inflamación de los vasos sanguíneos que puede ser molesta o incluso dolorosa. La mejor forma de prevenirlo es proteger las manos del frío con guantes, así como evitar cambios bruscos de temperatura.
Por último, conviene recordar que, como indican los profesionales de la dermatología, entre los cuidados de la piel en invierno debería estar el tratamiento de las manchas de la piel. En concreto, aquellas que han aparecido o se han acentuado en el verano. No obstante, su tratamiento debe quedar bajo supervisión de un profesional especialista.
¿Cara reseca por el frío? Cuidados a seguir
Como decíamos, muchas personas experimentan una cara reseca por el frío, puesto que es una de las partes más expuestas a las bajas temperaturas y al viento, que suele hacer acto de presencia en esta época del año. Estos son algunos cuidados básicos para evitarlo:
- Proteger la cara del frío. Para ello, conviene evitar el contacto directo de esta, en especial los labios, con el aire frío. Se recomienda usar bufandas de tejido suave.
- Hidratación con Glicerina: se debe hidratar la zona del rostro con cremas y lociones especiales, de composición 100% natural y ayudarnos con un jabón de glicerina.
- Limitar el uso de la calefacción o utilizar humidificadores para que las condiciones ambientales en casa no provoquen sequedad en la cara.
- Realizar duchas cortas y con agua no excesivamente caliente. Lo mismo sirve para el momento de lavarse la cara.
Glicerina: ¿cuáles son sus beneficios en nuestra piel?
- Cara: tanto para piel seca, delicada o piel grasa, las propiedades de la glicerina hacen que el rostro esté 100% hidratado, limpio y cuidado gracias a que restaura la barrera dérmica de la piel desde el interior de nuestras células.
- Cabello: hidrata, fortalece y protege al cabello de agentes externos y suciedad, dando brillo extra.
- Cuerpo: usar un jabón con glicerina hace que la piel de nuestro cuerpo luzca hidratada y cuidada, pudiendo hacer desaparecer manchas, irritaciones y rojeces.