A menudo usamos los términos jabón líquido y gel para el cuerpo indistintamente. Pero en realidad, no son lo mismo. Conocer su significado es importante para garantizar la mejor salud de tu piel, puesto que influye decisivamente en ella. Por ello, en este post no solo te explicamos qué es un jabón corporal y qué es un gel, sino que también te damos consejos prácticos sobre su elección y uso.
Principales diferencias entre gel y jabón
El jabón es un producto natural elaborado de forma tradicional a partir de aceites naturales de origen vegetal. Su proceso de elaboración da lugar a un tensioactivo natural que tiene el poder de limpiar sin agredir ni resecar la piel. Además, los jabones son productos totalmente biodegradables y respetuosos con el medio ambiente.
Con el tiempo, los tensioactivos sintéticos (a base de productos químicos) han ido sustituyendo a los naturales dando lugar a los conocidos geles de baño. Esta formulación pierde naturalidad y al mismo tiempo, deja de ser tan biodegradable.
El jabón, debido a su elevado pH, es un producto muy adecuado para pieles que buscan un cuidado extra o que sean intolerantes a los productos químicos. El gel en cambio contiene un pH más tolerado para todo tipo de pieles, pero que puede resultar reactivo para pieles muy sensibles.
A veces, tras una ducha tenemos la impresión de tener la piel algo grasienta. Es el resultado de los productos grasos que contienen los geles que dan la sensación de estar mejor hidratados.
Debemos tener en cuenta también qué los geles sintéticos habituales no son biodegradables y, por tanto, no son respetuosos con el medio ambiente. Además, los geles pueden desencadenar reacciones alérgicas más fácilmente.
Consejos prácticos para escoger jabón líquido de baño
La presencia de tensioactivos sintéticos en los geles puede provocar trastornos en la piel, como rojeces, picores o sequedad, algo que se puede agravar por otras circunstancias. Por ejemplo, por el estrés en la piel o incluso por el frío, como te contamos en estos respectivos posts. Por ello, recomendamos usar solo jabones líquidos de baño en vez de gel de baño, especialmente en aquellas personas que tienen una piel muy sensible o quienes simplemente buscan un cuidado extra.
A continuación te damos algunos consejos prácticos para escoger bien tu jabón corporal, una elección que depende de diferentes factores, tanto objetivos como subjetivos.
Identificar tu tipo de piel
No todas las pieles son iguales, ni mucho menos. Las personas más afortunadas disfrutan de una piel de aspecto saludable y sin alteraciones, pero lo cierto es que la mayoría requiere de cuidados especiales para mantenerla, sobre todo a medida que la piel se va tornando más madura.
Tener la piel áspera no es lo mismo que tenerla deshidratada o con irritaciones y picores: cada trastorno tiene unas causas distintas y, por tanto, requiere de cuidados específicos.
Que sea natural
Muchos geles de baño utilizan terminología un tanto ambigua y cautivadora para promocionarse. Pero debes saber que hay algunos conceptos incompatibles con el término natural. Por ejemplo, si cuenta con parabenos y sulfatos, no podrá ser 100% natural, puesto que los que se emplean en el mundo de la cosmética no están presentes en la naturaleza, sino que se obtienen mediante procesos de sintetización. En cambio, los productos de Lida sí están certificados como 100% naturales, con ingredientes procedentes de cultivos de agricultura ecológica, lo que garantiza además un total respeto al medio ambiente.
Fijarse bien en los ingredientes
Leer con detenimiento los ingredientes de tu jabón líquido te permitirá saber exactamente qué lleva. Y más concretamente, si lleva parabenos y sulfatos. En el primer caso, los reconocerás porque aparecen al final de la palabra, por ejemplo methylparaben, y en el segundo, porque forman parte de un término compuesto por varias palabras, como zinc sulfate. Como podrás observar, la mayoría de términos están en latín, pues es la lengua utilizada para identificar sin confusiones cualquier especie botánica. Pero si tienes dudas sobre alguno de los ingredientes, puedes consultar su naturaleza en los archivos de términos INCI (International Nomenclature Cosmetic Ingredient).
Escoger el aroma que te guste
El aroma de un jabón líquido, si se consigue mediante ingredientes naturales, proporcionará una sensación más agradable sin causar daños en la piel. En el caso de Lida, podrás introducir dos grandes opciones:
- Gama Glicerina: resulta ideal para pieles secas, puesto que este compuesto orgánico es capaz de reponer la deshidratación de la piel aunque está indicado para todo tipo de pieles. Está presente en la piel de manera natural, pues en realidad lo está en todas las grasas de origen animal y vegetal. El resultado después de su uso es una piel suave y elástica gracias a su renovada hidratación. Además del jabón corporal, esta gama también cuenta con jabón líquido de manos y jabón pastilla.
- Gama Aloe Vera: es la más idónea para quienes buscan un efecto calmante en la piel, pues alivia la sensación de irritación y de picor de las pieles más sensibles y desequilibradas. Este jabón emplea el tejido viscoso de esta planta medicinal, que se usa desde hace siglos en la reparación de alteraciones de la piel. En toda la gama con Aloe Vera, este ingrediente se combina con glicerina, de modo que es igualmente adecuado para todo tipo de pieles. También está disponible en jabón de manos, jabón de cuerpo y en jabón pastilla.
Fijarse en los certificados
Además de los ingredientes, el etiquetado de un gel de baño y de un jabón corporal puede hacer referencia a determinados certificados. Esto puede mostrarse de manera destacada, a modo de reclamo, pero también podrás encontrarlo dentro de la lista de ingredientes INCI. Aparecerán con un asterisco y una aclaración como *Ingrediente de origen ecológico. En el caso de Lida, por ejemplo, lo aplicamos al ingrediente Aloe Barbadensis Leaf Juice.
Cómo se usa el jabón líquido: método de empleo
El jabón líquido corporal se usa de manera similar al gel de baño. Puede aplicarse sobre la piel directamente con la mano, pero lo más habitual es hacerlo a través de una esponja o una manopla porque así se minimiza la pérdida de producto.
En este caso, lo importante es que la esponja o manopla esté bien limpia, lo que hará necesario cambiarla periódicamente. Además, a la hora de aplicar el jabón líquido con esponja o manopla es fundamental no ejercer demasiada fricción sobre la piel, especialmente si es muy sensible. Precisamente para un contacto más amable, es preferible elegir esponjas muy suaves.
Por último, un apunte sobre la cantidad a aplicar: 5-10 ml puede ser una buena medida para encontrar el equilibrio perfecto entre limpieza y uso eficiente del jabón.