El inicio de verano, es el momento perfecto para aligerar la rutina, renovar los productos que usamos y preparar la piel para la exposición al sol. Y si hay un producto al que no siempre damos la importancia que merece, ese es el jabón, que puede marcar la diferencia entre una piel apagada y una que respira, se hidrata y se protege de forma natural. Por eso, en este artículo te compartimos cinco tips para cuidar la piel del sol este verano… con el jabón como protagonista.

Elige un jabón que limpie sin agredir

La limpieza es el primer paso para una piel sana. Es importante eliminar impurezas, restos de sudor, polución y protector solar, pero sin alterar la barrera natural de la piel. ¿Cómo? Apostando por jabones suaves, preferiblemente con pH fisiológico o ligeramente ácido, que respeten el equilibrio cutáneo.

Por ello, es recomendable evitar los jabones tradicionales con sulfatos agresivos, sobre todo si sentimos tirantez tras usarlos. En su lugar, podemos optar por pastillas de jabón con glicerina y aloe vera con propiedades calmantes para la piel y que dejan una sensación de piel hidratada, suave y tersa.

Incorpora un jabón exfoliante para renovar

Tras el invierno, muchas pieles acumulan células muertas que apagan el tono y dificultan la absorción de tratamientos. Otro de los tips para cuidar la piel del sol es usar un jabón exfoliante una o dos veces por semana.

Podemos encontrar opciones que combinan ingredientes limpiadores con partículas suaves de origen natural, como semillas molidas, azúcar o cáscara de nuez. También existen versiones con enzimas o ácidos frutales que exfolian sin fricción. Lo importante es que no sea agresivo, especialmente si tenemos la piel sensible. 

Cambia de jabón según tu tipo de piel

Igual que no usamos la misma ropa en invierno que en verano, tampoco deberíamos usar el mismo jabón todo el año. Con el cambio de estación, la piel suele volverse menos seca y más propensa al sudor, sobre todo en zonas como la espalda, el pecho o la frente.

Podemos adaptar nuestra limpieza a estas nuevas necesidades. Por ejemplo, si tenemos piel mixta o grasa, un jabón con árbol de té, arcilla o carbón activado puede ayudarnos a equilibrar. Para pieles secas o sensibles, funcionan muy bien los jabones de glicerina, ya que limpian profundamente y ayudan a la retención de agua en la piel creando una sensación de hidratación intensa.

Presta atención a los ingredientes del jabón

No todos los jabones son iguales, y para cuidar la piel es buena idea revisar las etiquetas. Ahora buscamos fórmulas que, además de limpiar, aporten beneficios específicos, como hidratación, luminosidad o efecto calmante.

Los jabones con ingredientes antioxidantes como la vitamina C, el romero o el extracto de granada ayudan a proteger la piel de los efectos del sol. Los que contienen ácido hialurónico, glicerina o pantenol hidratan sin aportar grasa. Y si lo que buscamos es calmar tras un día al aire libre, podemos recurrir a opciones con lavanda, manzanilla o centella asiática.

No olvides usar un buen jabón en el cuerpo y manos

A veces, cuidamos mucho el rostro, pero descuidamos el resto. Otro de los tips para cuidar la piel del sol es mimar también el cuerpo y las manos. Aquí el jabón vuelve a ser clave: podemos elegir un jabón de manos con aloe vera y glicerina, que limpie con suavidad, no reseque y deje la piel lista para recibir la hidratación posterior. Además, si elegimos uno con un aroma natural y fresco, convertir la ducha diaria en un momento de autocuidado se vuelve todavía más agradable.
En definitiva, preparar la piel para el buen tiempo no tiene por qué ser complicado. A veces basta con revisar algo tan básico como el jabón que usamos a diario. Si elegimos bien, no solo limpiamos, sino que también cuidamos, protegemos y damos a la piel ese empujón que necesita para brillar con luz propia en primavera.

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